Jesús debe haber pensado bien en sus actitudes. Sabía que ellas serían
comentadas por los siglos venideros y precisaba dar el ejemplo.
¿Su primer milagro? No fue curar un ciego, hacer andar a un cojo o
exorcizar a un demonio: fue transformar el agua en vino y animar una
fiesta.
¿Sus compañeros? No fueron los que comandaban la cultura y la religión
de