Señor, es bastante fácil sentir tu llamada
en los acontecimientos de nuestro tiempo
y de nuestro ambiente.
Y es fácil también contentarse simplemente
con respuestas emotivas,
compasivas y de desagrado.
Lo que nos resulta difícil
es renunciar a nuestras comodidades,
romper nuestras estructuras
dejarnos arrastrar por tu gracia,