“Enseguida, ellos dejaron sus redes y lo siguieron”.
Jesús, nos sigues llamando a seguirte, pero no logramos soltar las redes y seguir tus pasos.
Jesús, nos sigues llamando a seguirte, pero nos quedamos enredados en nuestras propias ideas.
Jesús, nos sigues llamando, y ni siquiera nos bajamos de la barca, porque nos atemoriza lo nuevo.
Jesús, nos sigues llamando, y preferimos