En el encuentro casi casual,
de una sonrisa triste y suplicante,
te vemos en el rostro de un niño
que ruega un trozo de pan,
frente a la opulencia insensible
de quienes vivimos apresurados
entre vidrieras y mostradores,
en medio de fiestas y derroches.
No queremos reconocerte,
estamos ocupados en compras,
en la pretensión de sentirnos
San Mateo V, 10 “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque...
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