A nadie le gustan los problemas. Pero los problemas vienen.
A veces de afuera. En la calle los chicos juegan alegres al
fútbol. Pero interviene un grande. Y enseguida se
descompagina la paz de la calle.
A veces los problemas vienen de adentro de uno. Marcelo
sigue con el problema de matemáticas. No se resuelve. Se
enoja, grita. Ha perdido la paz.
La paz es
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