Nada hay más responsable que orar.
Cuanto más vivo en oración humilde,
más me impulsa a amar y expresarlo con mi vida.
No muchas palabras sino unas pocas, breves y límpidas.
Estar en tu presencia, en un apacible silencio, ya es orar.
A veces, un simple suspiro puede ser oración.
El silencio parece nada. Sin embargo,
en él el Espíritu Santo puede