Autor/es: (GG) Anónimo
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¡Cuánta riqueza hay en la Palabra de Dios!
Dado lo inspirador de los textos que a continuación transcribimos, y cómo impactaron a quienes ya los leyeron, compartimos estas porciones bíblicas. Unidas entre sí nos estremecen y desafían a orar
con mayor fervor por nuestra nación y por nosotros como pueblo de Dios.
Pues el SEÑOR es justo; El ama la justicia; los rectos contemplarán su rostro (Salmos 11.7).
Él ama la justicia y el derecho; llena está la tierra de la misericordia del SEÑOR
(Salmos 33.5).
Y los cielos declaran su justicia, porque Dios mismo es el juez (Salmos 50.6).
Haga él justicia a los afligidos del pueblo,
salve a los hijos de los pobres, y aplaste al opresor (Salmos 72.4).
La justicia y el derecho son el fundamento de tu trono; la misericordia y la verdad van delante de ti (Salmos 89.14).
El SEÑOR hace justicia, y juicios a favor de todos los oprimidos (Salmos 103.6).
Mas la misericordia del SEÑOR es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen, y su justicia para los hijos de los hijos... (Salmos 103.17).
Las obras de sus manos son verdad y justicia, fieles todos sus preceptos (Salmos 111.7).
He aquí, anhelo tus preceptos; vivifícame por tu justicia (Salmos 119.40).
Desfallecen mis ojos por tu salvación, y por la promesa de tu justicia (Salmos 119.23).
Tu justicia es justicia eterna, y tu ley
verdad (Salmos 119.142).
Vístanse de justicia tus sacerdotes; y
canten con gozo tus santos (Salmos 132.9). ...Oh SEÑOR, escucha mi
oración, presta oído a mis súplicas, respóndeme por tu fidelidad, por
tu justicia... (Salmos 143.1).
Tesoros mal adquiridos no aprovechan, mas la justicia libra de la muerte (Proverbios 10.2). De nada sirven las riquezas el día
de la ira, pero la justicia libra de la muerte (Proverbios 11.4). La justicia del íntegro enderezará su camino, pero el impío
caerá por su propia impiedad (Proverbios 11.5). La justicia de los rectos los
librará, mas los pérfidos en su codicia serán atrapados (Proverbios 11.6). El que persiste en la justicia alcanzará la vida, y el que va en pos del mal, su propia muerte (Proverbios 11.19). En la senda de
la justicia está la vida, y en su camino no hay muerte (Proverbios 12.28). La justicia engrandece a la nación, pero el pecado es
afrenta para los pueblos (Proverbios 14.34). Mejor es poco con justicia, que
gran ganancia con injusticia (Proverbios 16.8). El hacer justicia y derecho es más deseado por el SEÑOR que el sacrificio
(Proverbios 21.3). El cumplimiento de la justicia es gozo para el justo, pero
terror para los que obran iniquidad (Proverbios 21.5). El que sigue
la justicia y la lealtad halla vida, justicia y honor (Proverbios 21.21). Los hombres malvados no entienden de justicia, mas los que buscan al SEÑOR lo entienden todo (Proverbios 28.5). El rey con la
justicia afianza la tierra, pero el hombre que acepta soborno la destruye (Proverbios 29.4). Muchos buscan el favor del gobernante, pero del SEÑOR viene la justicia para el hombre (Proverbios29.25).
Aun he visto más bajo el sol: que en el lugar del derecho, está la impiedad, y en el lugar de la justicia, está la iniquidad
(Eclesiastés 3.16). He visto todo durante mi vida de vanidad: hay justo que perece en su justicia, y hay impío que alarga su vida en
su perversidad (Eclesiastés 7.15).
La obra de la justicia será paz, y el servicio de la justicia, tranquilidad y confianza para siempre (Isaías 32.17). No
temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te
sostendré con la diestra de mi justicia (Isaías 41.10). Escuchadme, vosotros que
conocéis la justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis el oprobio del hombre, ni os desalentéis a causa de sus ultrajes (Isaías 51.7). Así dice el SEÑOR: Preservad el derecho y haced justicia, porque mi salvación está para llegar y mi justicia para ser revelada (Isaías 56.1). Porque como la tierra produce sus renuevos, y como el huerto hace brotar lo sembrado en él, así el Señor DIOS hará que la justicia y la alabanza broten en presencia de todas las
naciones (Isaías 61.11).
Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el SEÑOR de ti, sino sólo practicar la justicia, amar la
misericordia, y andar humildemente con tu Dios? (Miqueas 6.8).
Buscad al SEÑOR, vosotros todos, humildes de la tierra que habéis cumplido sus preceptos; buscad la justicia, buscad la humildad. Quizá seréis protegidos el día de la ira del
SEÑOR (Sofonías 2.3).
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados (Mateo 5.6). Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino
de los cielos (Mateo 5.10). Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas· (Mateo
6.33).
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: mas el justo por la fe vivirá
(Romanos 1.17). Y habiendo sido libertados del pecado, os habéis hecho siervos de la justicia (Romanos 6.18). Porque Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree (Romanos 10.4). Porque el reino de
Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo (Romanos 14.17).
Porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad (Efesios 5.9). Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura
con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia... (Efesios 6.14).
Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un
corazón puro (2 Timoteo 2.22). Toda Escritura es inspirada por Dios y útil
para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia... (2 Timoteo 3.16).
Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, les da después fruto apacible de justicia (Hebreos 12.11).
Pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios (Santiago 1.20). Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por
aquellos que hacen la paz (Santiago 3.18).
Y Él mismo [Cristo] llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia,
porque por sus heridas fuisteis sanados (1 Pedro 2.24).
Si sabéis que Él es justo, sabéis también que
todo el que hace justicia es nacido de Él (1 Juan 2.29).
Pero aun si sufrís por causa de la justicia, dichosos sois. y no os amedrentéis por temor a ellos ni os turbéis... (1 Pedro 3.14).
Que estas expresiones bíblicas nos afirmen en el sentido de la justicia divina y nos animen a orar en favor de ella.
justicia, es, señor, proverbios, salmos