Red de liturgia

CLAI - Consejo Latinoamericano de Iglesias

Inicio | Quiénes somos | Enlaces

13 de abril de 2017

“Si me aman, siempre estoy”

Autor/es: Jorge Daniel Zijlstra

Visto: 2262 veces

 

No sabría decir por qué olía a perfumes

y no a muerte y humedad

no podría explicar por qué veía luz

en medio de tanta oscuridad.

 

Nada tenía sentido,

me mataron al Señor.

Ya no hay futuro - me dije-

no hay mañana, no hay canción

 

Y seguí al huerto,

masticando mi dolor.

Al acercarme al sepulcro,

todo se puso peor.

 

¿Cómo fueron tan cobardes?

¿Dónde está su corazón?

Los perfumes se esfumaron,

la luz se desvaneció.

 

Volvió la lágrima y el grito

y el desgarro al corazón

todo olía a muerte

sentía miedo y dolor.

 

¡Se han llevado su cuerpo!

¡En el sepulcro ya no está!

¡Piedad, oh Dios, del cielo!

Ya no puedo nada más.

 

Y de pronto, mientras lloraba,

alguien se me acercó.

Me tomó por sorpresa

cuando con voz tierna me habló:

 

¿Porque lloras hija mía?

con mucha paz me preguntó

¿Qué buscas

con tanto amor?

 

Y no podía decirle,

no me salía la voz.

con cada lágrima sufría:

me han robado mi amor.

 

Y en ese instante preciso,

muerta y llena de dolor.

Él me habló tiernamente

¡y mi nombre pronunció!

 

María -me dijo- no llores,

hija mía, aquí estoy.

Y al momento sentí el perfume,

vi la luz, el resplandor.

 

Su voz era tan clara,

en cada sonido su amor.

¡Raboní, maestro mío,

no estás muerto, sos vos!

 

Y me volvió la esperanza,

y el aliento al corazón

porque eran ciertas sus palabras:

si me aman, siempre estoy.

 

Jorge D. Zijlstra Arduin

Resurrección 2017

Share

Palabras relacionadas

Amor, Muerte, Resurrección

Atras