Autor/es: Obed Juan Vizcaíno Nájera
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(Lucas 22:14-20)
Este es mi cuerpo,
esta es mi sangre,
verdadero compromiso,
con la humanidad,
sensibilidad de un Dios
que quiso dejar de ser etéreo,
lejano e insensible.
Un Dios que siente hambre,
frío, sed y dolor,
que ríe,
llora,
Dios pueblo.
Cuerpo y sangre,
materia y espíritu,
presente y futuro.
Verdadera comida y bebida,
quien come y bebe de él,
jamás tendrá hambre
ni sed.
La inmensidad del universo
contenida en lo temporal,
de un instante de vida,
nacido en un pesebre,
muerto en una cruz,
resucitado en el sepulcro.
Carne,
realidad y temporalidad,
lo infinito en lo mortal.
Sangre,
Cauce de vida,
Espiiritu de Dios
en nuestros corazones.
presencia a través de la fe,
en el misterio de la encarnación,
Dios con nosotros.
Este es su cuerpo,
Iglesia viva que sirve.
Esa es su sangre,
poder y compromiso constante,
de un pueblo sensible y solidario,
transitando caminos de liberación.
Somos su cuerpo y sangre,
desde la humanidad creadora,
hasta la humanidad creada,
compromiso real e histórico
con la vida.
Rev. Obed Juan Vizcaíno Nájera
Maracaibo - Venezuela
11 de Abril 2017