24 de abril de 2009
La Reforma. Poesía, Luz y Movimiento
Autor/es: Sergio Lasso
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El presente trabajo fue realizado por el grupo de jóvenes de la Sociedad de Esfuerzo Cristiano de la Iglesia Cristiana congregacional "El Buen Pastor" de Guadalajara, Jalisco México, durante la celebración de la Semana de la Reforma del 2001.
Con la presentación de esta sencilla obra, pretendemos asomarnos, a través de la Poesía, Luz y Movimiento a la vida monástica
en el tiempo de la Reforma.
Queremos imaginar que, no tan solo Martín Lutero, sino otros monjes, mantuvieron una lucha interna sobre lo que ellos entendían como el Llamado que Dios les había hecho, y lo que la Iglesia proponía como sacerdocio.
Esta situación los llevó a una lucha interna con Dios y consigo mismos.
En la penumbra, un grupo de monjes dialoga en voz alta con Dios exponiendo sus dudas y temores. Le declaran su amor, se enojan con
Él y finalmente exclaman: EL JUSTO POR LA FE VIVIRA
Betty Hernández
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Poesía, Luz y Movimiento
Adaptación Libre de la Obra ORiginal "Intensidad Mística", de Sergio
Lasso.
Música: Canto Gregoriano
Voz en Off
"León Décimo reinaba en el solio Pontificio
el mundo se asfixiaba en vicio y corrupción.
en negra apostasía hundíase el edificio de la
iglesia romana que iba a condenación"
Había sido hecho nulo de Cristo el sacrificio Por obras se compraban el cielo y salvación era un comercio inmundo ¡vendíase el perdón!
Música: Lord of the dance
Golpe de tambor. Entran monjes en procesión con un crucifijo, incienso, sábana, dos cirios. Los monjes flagelándose. El escenario está a oscuras. colocan la
cruz al centro y la cubren con la sábana.
PRIMER MONJE:
¡Oh Señor!
TODOS: Triplicaste tu caída
entre sollozos y lágrimas.
La magnolia de tu veste
Yace en tierra, deshojada
Y el caudal de tus cabellos
-fontanar de limpias aguas-
sobre las piedras desnudas
dormido se desparrama...
TRES MONJES: ¡qué desfallecer del cuerpo,
qué desaliento del alma!
SEGUNDO MONJE:¡Cuanta sed de abandonarse
y no proseguir la lucha,
suspender eternamente
el ritmo de las pisadas
¡por que un grito se me sube
tembloroso a la garganta
un grito para gritarte:
"Jesús, levántate y anda!
TERCER Monje: porque otras muchas caídas
tus tres caídas retratan
-el azoro de los niños
caídos de madrugada:
-el derrumbe de los jóvenes
desde las cumbres nevadas.
-Las caídas de los viejos
tan duras y tan amargas...
Porque mil negras pupilas
ansiosas en Ti se clavan
Por ver si quedas caído
O mirar si te levantas
Por eso mi voz te grita:
¡Jesús, levántate y anda!
CUARTO Monje: si tú te quedas caído
Derrumbas nuestra esperanza.
somos flores de los campos
que hasta un soplo desarraiga.
Y ¡es tan fácil que en la vida
se quede caída el alma.
cuando ha sentido el abrazo
cenagoso de las charcas
que ofrecen lotos de oro
y de víboras anidadas!
TODOS: ¡Y es tan duro levantarse
para proseguir la marcha
cuando en las venas hay frío
y anochecer en las entrañas...!
PRIMER MONJE: Jesús, por los pecadores
Mi voz te grita angustiada
¡Por nosotros pecadores!
TODOS: ¡Jesús, levántate y anda!
Sonido del Tambor. Salen del escenario, lentamente, colocan la cruz,
de pie centrada en el escenario.
Música: "La Misión", mientras se escucha entran los monjes con luces (velas) en actitud de búsqueda.
ANTE EL CRUCIFIJO:
CUARTO MONJE:¿en dónde estás mi Dios, que no te veo?
TERCER M:¿adónde te escondiste, amado,
y me dejaste con gemido?
CUARTO M:¿Por qué me dice que no
cuando te pido que vengas?
TERCER Mecí no quieres Tú así, Señor,
yo no te entiendo.
SILENCIO
PRIMER Mate condenaron a muerte
Tu silencio y mi silencio.
¡Habla, Jesús, que te matan!
arropada en tu silencio
La muerte viene volando
entre graznido de cuervos
¡Habla, Señor!
¿por qué te quedas callado
si eres el Divino Verbo!
¡Así te ves mejor, crucificado!
bien quisieras herir, pero no puedes
Quien acertó a ponerte en ese estado
No hizo cosa mejor.
¡Que así te quedes!
Música: La Misión
SILENCIO
TODOS: Tu que callas, ¡Oh Cristo!, para oírnos
Oye de nuestros pechos los sollozos
acoge nuestras quejas, los gemidos
de este valle de lágrimas.
SALEN
SEGUNDA PARTE
VOZ EN OFF: La biblia encadenada por fin hallada fue por un menje agustino, que guiado fue por Dios. Y al llamamiento dice: "Envíame, yo iré"
ESCENA A MEDIA LUZ
LUTERO: ¡Tengo miedo, tengo miedo!
yo era un monje piadoso y, sin embargo
estaba triste, porque pensaba que Dios no
me iba a ser favorable.
¡Estas turbulencias, estas tentaciones,
estos ataques del demonio,
¡solo yo los conozco, solo yo!
¡Y la horrible predestinación!
cuando pienso en esto olvido la inmensa
caridad de Cristo, la bondad de Dios.
Dios sólo es para mí un infame.
La idea de la predestinación borra en mi
en Laudate, es un blasphemate los que
acude a mi espíritu.
VOZ EN OFF: Fatigaba a sus confesores con sus
escrúpulos, acusándose de las culpas
más pequeñas, de faltas insignificantes
a las reglas monásticas, hasta de
pecados imaginarios. Y luego recibida
la absolución, el joven agustino se
preguntaba con renovada angustia si esta
absolución era válida.
LUTERO: ¿Habré enumerado bien todos mis pecados?
¿será sincera mi contrición?
(Se acerca Lutero al crucifijo en actitud de oración)
TERCERA PARTE: "Ventas de Indulgencias"
PREGONERO:¡viene el comisario pontificio a la ciudad para vender indulgencias!
VOZ EN OFF: Precedido por la bula del soberano pontífice, paseada sobre un tapiz de escarlata y oro, iba el comisario pontificio predicando indulgencias.
Los sacerdotes, monjes y el pueblo, salían a su encuentro con sirios encendidos, con estandartes en alto, con banderas Desplegadas al viento, con todas las campanas de la ciudad al vuelo. Se izaba una
alta cruz donde se sujetaba el estandarte pontificio y Tetzel (el comisario) con los ojos vueltos hacia el cielo y los brazos en cruz gritaba:
TETZEL: ¡Felices los que ven, y ven a aquellos que comprenden que aquí están los pasaportes para el viaje del alma humana!
TODA LA COMITIVA: ¡a través de un valle de lágrimas y un océano enfurecido!
TETZEL: ¡a la patria feliz, al paraíso!¿quién vacilará en adquirir por un cuarto de florín una de estas cartas que abren el paso a nuestra alma divina, e inmortal, en las celestes beatitudes del paraíso?!
(aquí los monjes reciben sus indulgencias y bailan, celebrando su adquisición! MUSICA CELTA)
LUTERO: ¡las Indulgencias son inútiles,
no pueden influir en las
decisiones de Dios!
Un cristiano verdaderamente arrepentido
obtiene por sí mismo, y por eso solamente
la remisión de sus pecados.
¡Uno no se salva mas que por la Gracia!
(Salen del Escenario)
Música.(regresan al escenario sin traje de monjes, con las luces (velas) en sus manos y haciendo evoluciones hasta formar una cruz)
VOZ EN OFF: Firme, sereno, cual templado acero,
luce hábito de monje, ni una gala
está de pie, en el centro de la sala
ante el Emperador, Martín Lutero.
Los ojos en el cielo, el rostro austero,
Sube hasta Dios en la celeste escala de la fe.
Un gemido de angustia su alma exhala,
Más jura obedecer a Dios primero.
De Alejandro ante la áspera insistencia
¡Retráctate!
LUTERO: Monseñor, yo no quiero mancharme la conciencia
Y si por eso vais a excomulgarme
Podéis hacerlo ¡Asístame el Señor!
¡Yo no puedo, ni quiero retractarme!
TODOS: ¡Mas el Justo por la Fe Vivirá!
Música: Castillo fuerte en nuestro Dios
(sugerimos sea cantado por la congregación)
Las escenas se desarrollan con textos poéticos de:
La Reforma y Martín Lutero, Evelina v. de Flores - México
Décimas a Dios - Pita Amor - México
Ciego Dios - Alfredo R. Plascencia - México
El Cristo de Velásquez- Miguel de Unamuno - España
Fragmentos de El Romancero, Fray Asinello - México
Fragmento de la Vía Dolorosa - Héctor Azar- México
Lutero - F.Funk Brentano
Música de:
Canto Gregoriano: Cantores Chorales
Capellae sancti
Casimire Lituania
On Earth as it in Heaven - La Misión - Ennio Morricone
Te Deum guarani - La Misión - Enio Morricone
Rumeus Mystere
Busindre Reel Hevia
Cry of the Celt Lord of the Dance
Autor: Sergio Lasso
Adaptación del Guión: Rebeca Santiago y Elizabeth Hernández (benbe_cade@yahoo.com.mx)
Palabras relacionadas
dios, monjes, lutero, voz, música