Autor/es: Jorge Daniel Zijlstra
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Ciertamente “los ojos son el reflejo del alma” como afirma el refrán.
Por eso bienaventurad@s l@s que ven como ustedes, con esa mirada compasiva y misericordiosa que se expresa en gestos concretos y en acciones transformadoras de servicio, en especial hacia quienes menos tienen.
Bienaventurad@s los ojos que ven que los enferm@s sanan, porque alguien procuró sanidad para ell@s.
Bienaventurad@s los ojos que ven que el alimento se multiplica al ser compartido y que la hospitalidad se hace realidad al acoger a quien no tiene casa.
Bienaventurad@s cuando ven y hacen posible que las personas sencillas puedan gozarse por la acción de Dios en sus vidas porque alguien procuró para que el/la
sedient@ recibiera un vaso de agua, o para que alguien escuchara su historia y secara sus lágrimas.
Bienaventurad@s son por esa visión que les hace vivir con alegría como aquell@s misioner@s que salieron sin nada y volvieron contando de las bondades de Dios y dando testimonio de la derrota de lo que va contra el Reino y su perfecta justicia.
Jorge Daniel Zijlstra Arduin (Puerto Rico)