Maestro, mientras este día termina y se nos va de las manos, nos damos cuenta de nuestras faltas y te pedimos perdón. Pero, de la misma forma que todos los días pedimos tu misericordia por nuestras debilidades, ayúdanos ahora a ser misericordiosos/as con aquellos/as que hoy nos entristecieron y encolerizaron, y que podamos perdonarlos. Que no permanezcan indignados y ansiosos por venganza. Complétanos
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