Hoy te busqué
hambriento de encontrarte
Cuando dejé de decir
de intuir, de imaginarte,
el polvo de la tierra se elevaba.
Ni yo subía
ni vos bajabas
pero el cielo
a la altura de una mesa
murmuraba sus manjares a mi alma
Con apenas la fuerza necesaria
para andar las horas duras de este infierno
me levanto porque hay
No hay recursos disponibles