Autor/es: Mariel Pons, CLAI-CELADEC
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¿Por qué no?
Hay tantas recetas para tantos temas:
médicas, de cocina, de economía, de política, de bebidas, de............... Y la
lista sigue.
A esta receta la escuché hace mucho tiempo y cada tanto es bueno recordar las cosas lindas de nuestro pasado.
Aquí va la receta:
1º) Reconocer la existencia de Dios en todas las cosas, amarlo y darle gracias por todo lo que tienes y por lo que puedes dar.
2º) Quererte a ti mismo/a, quererte mucho, todos los días, al levantarte y al acostarte recuerda: eres importante, vales mucho,
eres capaz, inteligente y cariñoso.
3º) Poner en práctica todo lo que dices que eres.
4º) No envidiar nada a nadie, por lo que tiene o por lo que es, pues la envidia llena de odio y dolor el corazón.
5º) No albergar rencor hacia nadie. Si alguien te hiere perdónalo y trata de olvidar.
6º) No debes tomar nada que no te pertenezca recuerda que según las
leyes de la naturaleza, si hoy quitas algo, mañana te quitarán a ti algo de más valor.
7º) No debes maltratar a nadie, todas las personas tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
8º) Levántate siempre con una sonrisa, mira a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bello.
Piensa en todo lo que se te ha dado, ayuda a los demás sin esperar nada a cambio y trata a todos/as con bondad.-
Probamos tantas cosas en la vida, ¿por qué no probar ser felices? Y que Dios, de donde viene la verdadera felicidad, te cuide, te
acompañe y te dé paz.
Mariel Pons
Tomado del boletín de la Iglesia Metodista de La Boca (Argentina) © Red de Liturgia y Educación Cristiana CLAI-CELADEC