Visto: 2540 veces
Tu costado abierto
Veo aun hoy día tu costado abierto, como si hubiese sido ayer cuando te crucificaron, el sufrimiento y el amor que se unen en ese costado que te hirió. Muchos hoy en día, necesitan mirar tu costado donde fluye vida, donde emana verdad vestida de duda y temor de los que te quieren seguir. Señor, ¿Cuántos quieren herir tu costado? y ¿Cuántos quieren ser sanados?; déjanos cercano a tu costado, para ver la pobreza de las riquezas que existen, déjame cerca de tu costado abierto para ver a los hipócritas vestidos de humildad y para llorar por aquellos que dicen conocerte, cuando en realidad solo saben de ti. Solo te pido que acerques a los bienaventurados para que beban de ti, para que vean el costado delante de una cruz vacía y sangrienta que ama a Dios pero sin olvidar al prójimo. Que tu Iglesia sea el testigo de tu costado abierto y no la institución que sigue a la institución sin vida, sin agua y sin sangre. Padre amado, ¿Dónde estamos hoy?, donde estamos los que hemos disfrutado de tus bendiciones y caricias, donde el Reino era parte nuestra y pan de cada día, ¿Sera que hemos olvidado tu costado abierto y hemos usado la lanza? Llámanos otra vez, para volver a ser las ovejas que fuimos, sácanos de la costumbre y llévanos a la sorpresa, sácanos de la ley y llévanos al favor inmerecido, sácanos de la amabilidad y llévanos al bien común, sácanos de la fama y muéstranos la pobreza de tu costado otra vez. Tu tierra grita sin saber a donde dirigir la voz, tu tierra llora sin saber la causa del porque; hemos sido marionetas de nosotros mismos y no hemos podido dejar que Tú seas el que nos dirija. ¿Tenemos tiempo para vivir tu costado abierto?; o acaso lo hemos perdido en buenas practicas religiosas creyendo agradarte y sin pensar que vivimos en rutina y no en vida abundante. No tenemos derecho a pedirte respuestas, mas bien queremos estar en silencio aguardando el tuyo; ni siquiera pensar en discutir porque es mejor observar. Espero que escuches mi oración, y si no la escuchas yo seguiré escuchando la tuya desde una cruz.
Tu costado aun esta abierto, déjame esconder la lanza…
Con el Cariño de Jesús
Andrés Contreras
Estudiante de Bachiller en Teología
Chile
