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Diciembre 11, 2016 – 3er domingo de Adviento(Azul y/o Morado) |
Evangelio de Mateo 11.2-11: Juan, que estaba en la cárcel, envió a dos de sus discípulos a que le preguntaran a Jesús si él era el que iba a venir o debían esperar a otro. Jesús les respondió: vayan y cuenten a Juan lo que han visto y oído... ¿Qué salieron ustedes a ver al desierto? Sí, a un profeta, y mucho más que profeta!
Profeta Isaías 35.1-6, 10: Que el desierto y la soledad florezcan y se llenen de gozo y alegría! Fortalezcan a los débiles, den valor a los cansados, porque entonces los ciegos verán, los sordos oirán, los lisiados saltarán, y los que el Señor ha redimido entrarán a la ciudad con alegría.
Carta de Santiago 5.7-10: Hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor, y manténganse firmes. No se quejen unos de otros, y tomen como ejemplo de sufrimiento y paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.
Salmo 146.2, 6-10: Alabaré al Señor mientras viva. Él hizo cielo, tierra y mar; el Señor hace justicia a los oprimidos, da libertad a los presos, levanta a los caídos, sostiene a los huérfanos... |
Seguimos en este tiempo –de Adviento hasta Epifanía–con textos del Libro de Isaías. En este caso con aportes del Dr. Samuel Almada. Hacemos un extracto-resumen de este comentario. |
Orientaciones para la predicación:
Comentario sobre Isaías 35.1-6, 10
Isaías 35 es un oráculo poético que anticipa el futuro glorioso de Sión y la marcha triunfante de regreso de los desterrados hacia Jerusalén, en un clima de fiesta y máxima alegría.
La yuxtaposición de oráculos es un recurso bastante frecuente que invierte el sentido del juicio y sus consecuencias. Es una manera de interpretar y elaborar el estado de depresión de un pueblo que ha pasado por un gran desastre, con el fin de devolverle la confianza y la posibilidad de creer en un nuevo comienzo.
En todo caso, el anuncio de castigo a los culpables es una buena noticia para las víctimas de los atropellos, y el quebrar la impunidad una condición básica para recuperar la memoria histórica y reconstruir un nuevo proyecto propio.
Isaías 35 es un oráculo cargado de futuro y destinado a entusiasmar a los judaítas desterrados para que retornen a Jerusalén, y lo hace de una manera muy original. Lo que había quedado como un desierto o sequedal luego de la devastación, ahora florece profusamente, se alegra y da gritos de júbilo (v. 1-2).
El poeta aplica a la tierra y a la naturaleza los sentimientos de la gente; y a un cambio en el estado de ánimo del pueblo corresponderá también una transformación de la tierra; aunque deja en suspenso hasta el final el sujeto real de estos gestos (v. 10).
Los versículos 3-4 interrumpen el discurso en tercera persona con una exhortación a los destinatarios (que todavía no están identificados), para que se fortalezcan, se animen y tengan confianza, porque es inminente la llegada de “su Dios”. El Dios que viene se define como vengador en clara alusión al oráculo anterior (ver 34:8); sin embargo para los destinatarios del mensaje, Yavé se presenta como el que los salva (v. 4b).
Los versículos 5-6a describen el efecto inmediato de la acción salvadora de Yavé a favor de los ciegos, sordos y cojos. Aquí no se está hablando de milagros de curación, sino que es una manera metafórica de referirse a los desterrados y cautivos que serán liberados. Aquellos no solamente serán beneficiarios de la acción de Dios, sino que ellos mismos serán los sujetos que expresen la alegría de la liberación (6a).
El versículo 6 retoma el motivo de la transformación del desierto que aparece en los versículos 1-2; pero aquí se agrega el tema del agua que es por naturaleza fuente de vida, que transforma el sequedal en un lugar fértil.
Isaías 35 cierra toda la sección de oráculos de 1-34, y es un canto de esperanza que invita a celebrar por anticipado la alegría de la liberación que se anuncia principalmente en el Segundo Isaías (40-55). Los capítulos 36-39 enfocan aspectos significativos de la actuación del profeta Isaías en relación con el reinado de Ezequías, a través de lo cual se da continuación a los grandes temas de 1-35 y también prepara para el mensaje novedoso de 40:1 en adelante.
Una de las claves para la lectura de Is 35 pasa por interpretar quiénes son hoy los que serán fortalecidos en su situación de debilidad, quiénes recuperarán la confianza perdida, quiénes lograrán superar el temor y las vacilaciones, quiénes serán rescatados y volverán a su tierra entre aclamaciones y cánticos de gran alegría. ¿Dónde nos ubicamos nosotros como lectores? ¿Cómo relacionarlo con la situación y el ministerio de las iglesias?
Otra línea de lectura podría ser la correlación entre los estados reales y anímicos de la gente, y la situación de la tierra y del medioambiente de pertenencia. En el texto, la situación de la tierra (devastación o florecimiento) refleja el estado de los pueblos que pertenecen a la misma.
En fin, ¿cómo se puede transformar una situación de desgracia en un clima de fiesta y alegría permanente? ¿Es esto posible o expresa simplemente un deseo?
Samuel Almada, en los Encuentros Exegéticos Homiléticos del ISEDET, Encuentro 57, diciembre de 2004.
Orientaciones para la acción pastoral:
· ¿Paciencia o impaciencia?“Santiago exhorta a aguardar con paciencia la venida del Señor. La palabra makrothimía (‘paciencia’, o mejor ‘perseverancia’) es todo lo contrario de la pura pasividad y está hecha a la medida de la paciencia que tiene Dios con los seres humanos. Luego el autor aclara con una breve parábola cuál cebe ser la conducta de los que esperan la parusía del Señor. El agricultor sabe que en condiciones normales recogerá una buena cosecha, peros sabe también que el fruto madurará a su tiempo.
“No está en su poder ni acelerar la maduración ni anticipar la cosecha. Mientras que él se concentra en sus propias tareas, deja a Dios el cuidado de hacer que la cosecha madure. Del mismo modo, los cristianos que esperan la venida del Señor deben recordar que el Señor del tiempo es Dios y no ellos.”
Armando J. Levoratti, Carta de Santiago, en Comentario Bíblico Latinoamericano, Estella, España, 2003.
· Un “día de acción de gracias” podría ubicarse en este tiempo de la iglesia: gracias por las bendiciones recibidas en el año, por los dones expresadas en la comunidad creyente, por la superación de las dificultades o crisis, por el acompañamiento en situaciones de enfermedad o de muerte. Habrá que decorar el templo con motivos de gratitud.
· Dividir la carga. Cierta cantidad de estrés es natural y saludable. Es lo que nos mantiene en la lucha. La clave está en percibir cuándo el estrés está ayudando y cuándo está perjudicando, y hacer algo al respecto cuando nos está perjudicando. Si usted se está sintiendo con estrés, sepa que no está solo. En un día o en otro, todos quedan estresados. Por eso, respire hondo y descanse. Hay cosas que usted puede hacer para ayudarse, y usted está en buena compañía: ¡Hasta Jesús sintió estrés!
“Tengo que pasar por una terrible prueba, y ¡cómo sufro hasta que se lleve a cabo!” (Lucas 12.50).
Daniel D. Grippo, ¿Que fariaJesus para superar o estresse?, Paulus, 2001, Sao Paulo, Brasil.
Orientaciones para la liturgia del culto comunitario:
Este tercer domingo proponemos encender nuestra vela de adviento pensando en la promesa. Esa promesa de Dios que se hace realidad tangible en nuestra vida, porque nosotros también, como los discípulos de Juan, podemos contar lo que hemos visto y oído, los testimonios de la promesa de Dios que se cumple en nuestra vida personal y en nuestra vida comunitaria, al tiempo que creemos en la promesa de su Reino hecho realidad entre nosotros.
Y dedicamos un tiempo a la confesión, pidiéndole a Dios que nos libere para ver, oír, movernos abrazar y anunciar el camino de su Reino en este mundo
· Encendido de la tercera vela de adviento:
El Espíritu del Señor está sobre Nosotros.
Vengamos, regocijémonos en el Señor.
Demos gracias a aquel que ama la Justicia,
quien nos renueva en amor y perdón.
Alabamos al Señor que siempre es fiel con su pueblo.
Encendamos la vela de la promesa
· Oración:
Oh Dios, tu eres Digno de ser alabado. Tú prometes la Justicia y la Paz,
alivio y esperanza a la toda la humanidad.
Abres tus brazos y nos abrazas a través de tu Hijo Jesucristo,
Dios Encarnado, tu obsequio a un mundo caído y roto.
Tú has hecho grandes cosas por nosotros y nosotros nos regocijamos en tu salvación. Amén.
Recursos Litúrgicos Adviento- Epifanía 2012-2013Conferencia Anual de México
· Canción: Un poco después del presente (Canto y Fe 330)
Un poco después del presente, alegre el futuro proclama
la fuga total de la noche, la luz que ya el día derrama.
Venga tu Reino Señor, la fiesta del mundo recrea,
y nuestra espera y dolor transforma en plena alegría,
y nuestra espera y dolor transforma en plena alegría.
Aié, eiá, aié, aé, aé.
Capullo de amor y esperanza, anuncio de luz que será
promesa de hallar tu presencia, que vida abundante traerá.
Anhelo de tierra sin males, edén de las plumas, las flores,
de paz y justicia hermanando, un mundo sin odio y dolores.
Anhelo de un mundo sin guerras, nostalgia de paz e inocencia,
de cuerpos y manos unidos, sin armas, sin muerte y violencia.
Anhelo de un mundo sin dueños, sin débiles ni poderosos,
derrota de todo sistema que crea palacios y ranchos.
Nos diste Señor la simiente, señal de que el Reino es ahora,
futuro que alumbra el presente, viniendo ya estás sin demora.
L: S. Meincke (Brasil) Tr: P. Sosa M: E. Reinhardt y J. Gottinari
· Oración de confesión:
Con los discípulos de Juan, ahora vemos quien eres
y vemos quienes somos, y lo que hemos hecho.
Hemos dejado al ciego entre los ciegos, y al sordo entre los sordos.
Hemos hecho la vida más difícil
para los que tienen dificultades para movilizarse.
Hemos creado más leprosos, y limpiado sólo a unos pocos.
Hemos enviado a más y más personas a una muerte segura.
Y los pobres escuchan malas noticias de nuestros labios.
Ten misericordia. Perdónanos.
Libéranos para ver, oír, movernos, abrazar y anunciar
el camino que tu reino está abriendo en este mundo. Amén.
(meditación silenciosa)
Jesús envió a aquellos que dudaban y se desanimaban como evangelistas.
Somos perdonados.
Dios nos restaura y nos brinda la palabra de Shalom
para ofrecernos unos a otros.
La paz de Dios está con nosotros, compartámosla.
Advent Worship Series, Discipleship Ministries, United Methodist Church (Tr: L. D´Angiola)
· Prefacio Eucarístico:
Bendito seas, Señor Jesucristo, porque nos mostraste el camino de la salvación, donde
Los que cegamos son nuestros visionarios,
Y los que paralizamos se mueven libremente.
Los que dejamos de lado son el centro de nuestra comunidad
Los que callamos hasta que no pudieran hacerse oír se regocijan de encontrar que se cumplen sus dichos
Los que enviamos a la muerte rompen los lazos de muerte
Y los que llamamos pobres son fuente de vida para todos
Bendito sea tu nombre por siempre.
Bendito seas, porque te ofreciste a nosotros como a los primeros discípulos, en pan y en vino, por los que diste gracias al Padre, pan, tu cuerpo, vino, el nuevo pacto en tu sangre, y nos pediste que te recordáramos cada vez que lo compartíamos
Recordamos tu muerte.
Proclamamos tu resurrección
Y esperamos tu venida en gloria
Aún así, ven, Señor Jesús.
Advent Worship Series, Discipleship Ministries, United Methodist Church (Tr: L. D´Angiola)