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¿Perdidos o Salvados?
Un hombre pobre y mal oliente recorrió dos realidades muy diferentes, eran personas que vivían tal cual habían aprendido en el mundo que les toco nacer, ambos grupos de personas necesitaban algo y este hombre pobre camino por estas dos realidades y esto fue lo que ocurrió:
Primero se fue al mundo de las Iglesias donde todos cantaban, oraban y adoraban a Dios felices por la salvación y por todas las cosas que tenían. Muchos de los varones con sus corbatas y trajes, y las mujeres con vestidos largos y muy bien arregladas. Este hombre pobre, golpeo a la puerta de la Iglesia y pregunto lo siguiente:
¿Ustedes dejarían entrar pecadores y personas de mala reputación a esta Iglesia?
Le respondieron que no porque debían estar salvados y cambiar de inmediato sus costumbres para poder acceder a las actividades y bendiciones de la comunidad…
El hombre pobre se retiro de la Iglesia triste pensando en lo que le habían dicho…acto seguido, se fue al mundo de la mala reputación donde habían muchos delincuentes, prostitutas y drogadictos. Este hombre pobre golpeo a la puerta del lugar y pregunto lo siguiente:
¿Ustedes dejarían entrar a cristianos y personas religiosas a este lugar?
Le respondieron que no porque ellos siempre nos critican diciendo que estamos perdidos y merecemos las penas del infierno, además, ellos dicen que un cristiano no debe acudir a estos lugares…
El hombre pobre se retiro de ese lugar triste también pensando en lo que le habían dicho, y hablando consigo mismo decía:
No entiendo porque nunca me reconocen y a decir verdad, me da tanta pena esta rivalidad mal entendida siendo que todos los seres humanos son mi creación y necesitan conocer más de Dios, sean cristianos o no…
El hombre pobre se fue buscando más lugares donde le reconocieran su nombre llamado Jesús…
Con el Cariño de Jesús
Andrés Contreras
Estudiante de Bachiller en Teología
Chile