Autor/es: Marta Deh
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Me gustaría en este tiempo de alegría, de festejo, regalos y recuerdos, poder abrazar a mis viejos (porque así le decíamos con mucho amor) y hacer una lista de momentos agradables, y otros no tanto, que fueron dando forma a mi vida.
Recordar los juegos bajo los árboles junto a mis hermanos y vecinos, pero sabiendo que a la tardecita cada uno tenía que estar en su casa.
La enorme hamaca que hizo papá y que era motivo de disputa cuando queríamos turnarnos para disfrutar la altura que alcanzaba.
La galería que, en Navidad, era el lugar más maravilloso. Luces, árbol con velas, regalos, piano, acordeón, música.... mucha música de villancicos.
El vestido para esa ocasión hecho por las manos de mi madre.
El jardín a la entrada de la casa, repleto de flores en primavera con sus diversos colores y aromas. ¿Quién podía seguir sin detenerse a oler esas rosas?
Uy, ¡y las peleas con mi hermano! Pero peleitas que duraban un ratito, aunque más de una vez tenían que intervenir.
... habría tantas cosas que recuerdo con mucho cariño. Las lindas y aquellas que no lo fueron...
Pero ya no tengo a mis padres junto a mí. Y no puedo abrazarlos y compartir estos recuerdos.
Por eso te pido a ti, si los tienes a tu lado, házlo.
Detente un tiempito, deja de hacer cosas para ellos que seguramente sabrán agradecer, pero disfrutarán mucho más si recuerdan esos momentos que fueron forjando tu vida.
Seguramente reirán, no coincidirán las fechas o tiempos, y hasta alguna lágrima pueda correr por las mejillas. Pero ¡es tan hermoso! Disfrútalo.
Marta Dehn (mamá de dos jóvenes varones que siempre comparte recuerdos)
Entre Ríos - Argentina
