24 de abril de 2009
Oración para el mediodía
Autor/es: Tradición cuáquer
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Dios, el día ha sido fatigoso hasta este momento.
Ahora me dispongo a hacer una pausa y me maravillo, porque:
¿no es verdad que tu presencia abraza todo lo existente?
¿aún las pesadas labores de la jornada?
Silencio
¿Utilicé mis fuerzas en vano?
¿Acaso intenté resolver problemas que no tienen que ver nada conmigo?
Silencio
Dios mío,
señálame cómo he de vivir y descansar
cómo trabajar sin amargarme en las fatigas
cómo enfrentar los sinsabores cotidianos y conservar mi fe
cómo aspirar a la libertad que me conduce hacia ti
cómo hallar en la mirada de mis prójimos/as un símbolo de esperanza
y un sentido a nuestra existencia.
Silencio
En tu nombre, Dios,
que infatigable velas por nosotros/as,
que trabajas sin prisas ni penas,
sigo dirigiendo mis pasos en este día. Amén.
Oración originaria de la tradición cuáquera
Traducción: Marco Estrada/Luise Stribny de Estrada
Tomado de “Sinfonía Ecuménica”
Palabras relacionadas
dios, silencio, este, día, prisas