Oración
Nuestro buen Padre Dios,
te damos muchas gracias por los dones que nos
has dado
y por estas manos con que a diario podemos
trabajar
y así proveer el pan y sostener
nuestras vidas.
Señor, en tu palabra nos dices que el
obrero es digno de su salario,
y aquellos de nosotros que hemos perdido
nuestro trabajo,
sentimos que estamos perdiendo nuestra
dignidad.
No somos inútiles,
Señor!
Pero esta situación y todo lo que nos
rodea nos hace sentir inútiles.
Sabemos, oh Dios, que nos amas por igual,
porque somos tus hijas y tus hijos.
Pero cada vez hay más personas
desempleadas
y el miedo a no conseguir un trabajo
realmente desespera.
Señor, sabemos que este es un mal de
nuestro tiempo
y de todo este mundo globalizado, y que son
muchas personas que sufrimos este dolor. Confiamos en tu gran amor, oh Dios y
sabemos que esta no es tu voluntad.
Libéranos de este mal.
Ablanda los corazones duros y egoístas
que no tienen límite en su afán de ganancia,
de quienes debieran compartir para que haya
pan y trabajo para todos.
Señor, te pedimos que nos mantengas
firmes en la solidaridad,
ayúdanos a mantener nuestros corazones
y manos dispuestas a ayudar
y alentar al hermano y a la hermana que
siente sus brazos caídos.
Señor, sabemos que nos
amas.
No permitas que tus hijas y tus hijos pierdan
su dignidad.
En nombre de Jesús. Amén
(Milton Schwantes y Elaine Neuenfeldt
Tomada de “Fuentes de agua viva –
estudios bíblicos sobre gracia y transformación – WCC
Publications 2005)
Copyright © Consejo Latinoamericano de
Iglesias - Red de Liturgia del CLAI
E-mail: redclai@redclai.com.ar
Web: http://clailiturgia.org