24 de abril de 2009
Oh, Dios, perdónanos
Autor/es: Nelly Ritchi
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"Dios de la Vida,
que pusiste en el ser humano
la impronta de tu imagen y semejanza
y nos hiciste copartícipes de tu creación,
¡perdona nuestra incapacidad para respetar y proteger la vida en
todas sus formas!
Dios de la Justicia,
que nos llamaste a transitar ese camino
como única ruta que lleva a la Paz verdadera,
¡perdona nuestras injusticias cotidianas que condenan a tantas
personas
a la muerte por hambre, exclusión y guerras
y nos llevan al abismo de una violencia sin fin!
Dios Encarnado en la Historia,
¡perdona porque te aprisionamos con nuestros dogmas,
te limitamos a nuestras instituciones religiosas,
y te crucificamos en los vulnerables de hoy!
Hoy unimos nuestras voces en el clamor por la Paz.
Expresando nuestra condena a todo acto
y a toda indecisión que desprecian la vida humana.
Repudiamos el atentado terrorista que segó la vida
de cientos de personas en Madrid
y que deja secuelas en la vida de miles de personas.
Nos unimos en gesto solidario
con nuestros hermanos y hermanas españoles
rogando por consuelo y fortaleza para quienes lloran.
Oh Dios,
fortalécenos en el trabajo cotidiano
por un mundo más justo,
que acepte las diferencias
y construya en la diversidad.
Renueva nuestro compromiso por la Paz con Justicia,
un compromiso que denuncie la soberbia
de quienes se creen poderosos y dueños de las vidas de los demás.
Danos visión para desterrar la violencia en todas sus formas
y cimentar nuestras vidas y la vida de nuestros pueblos
en el respeto, la equidad, la verdad y la justicia.
Que un día podamos celebrar la antigua promesa:
"El amor y la verdad se encontrarán
Se besarán la paz y la justicia,
De la tierra brotará la verdad
Y desde el cielo se asomará la justicia."
(Salmo 86:10-11 NVI)".
Tomado del envío de PreNot 5092 de la Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
2004 © Red de Liturgia y Recursos de Educación Cristiana CLAI-CELADEC
Palabras relacionadas
vida, justicia, paz, nuestras, verdad