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No me hables de un Cristo Rey
¡los reyes quieren ser dioses!
Pero mi Cristo era obrero, carpintero,
constructor, maestro, médico , poeta y predicador,
servidor de servidores y pudiendo ser monarca
eligió ser de los nuestros.
No me hables de un Cristo Rey,
¡los reyes derraman sangre!
Pero, ¿recuerdas?, mi Cristo curó a la triste hemorroísa,
repuso de aquel soldado la oreja por Pedro herida
y alabó al samaritano
que restañó a aquel sangrante.
No me hables de un Cristo Rey
¡los reyes despojan pobres!
Pero mi Cristo condena a los ricos codiciosos
y atendió el grito de auxilio de un ciego menesteroso .
Y Él compadeció a la viuda
que ofrendó sus pocos cobres.
No me hables de un Cristo Rey
¡los reyes se hacen servir!
Pero mi Cristo no vino para ser servido
sino para servir Él y dar la vida en rescate de los siervos
que los reyes obligan a que les sirvan
por la fuerza o por las leyes.
No me hables de un Cristo Rey
¡los reyes quieren ser dioses!
y despojan a los pobres ,hacen su sangre verter
quieren que los llamen “grandes “ ,y buscan los homenajes,
y haciendo del prójimo súbdito
los obligan a servir !
Pero mi Cristo ha venido
para que ya nadie ose hacerse rey en su nombre,
a derribar falsos dioses,
a mostrar que la grandeza verdadera es el servicio
y mostrar ese camino
a quien le quiera seguir.
(Lucas 23:33-43)
P. Domingo Ferrari – Colonia, Valdense, Uruguay
Iglesia Metodista en el Uruguay