Autor/es: Obed Juan Vizcaíno Nájera
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LLEGÓ SALVACIÓN A ESTA CASA
-¡Ja, Ja, Ja!
Miren al sicómoro,
es zaqueo el publicano,
cobra para Roma
los impuestos.
Parece un pájaro,
un mono,
El hombre pequeño
quiere ver a Jesus,
que ridículo.
¡Ja, Ja, Ja!-.
-Zaqueo baja,
El hijo del hombre no tiene
donde reposar su cabeza,
hasta la zorra de Herodes
Tiene su guarida,
Su palacio-.
Zaqueo bajó.
No era un hombre disminuido,
A pesar de su estatura,
en ese momento era más grande
que todos y todas,
él quería ver a Jesús,
creer en el Maestro,
nada sería igual en su vida.
-Hoy tengo que alojarme en tu casa,
Si abres tu puerta
Entrare y cenaré contigo-.
-Entrará Jesús en la casa
de un pecador,
de un traidor-.
-Señor,
no soy digno que entres en mi casa,
di una palabra y bastará,
no entres en mi hogar,
hay muchos publicanos y fariseos,
observan y hablaran mal de ti-.
-Jamás he visto una fe tan grande,
ni aún entre muchos religiosos,
he venido a buscar y a salvar
a quienes habian dado ustedes
por perdidos-.
-Jesús,
la mitad de mis bienes,
la he dado y daré a los pobres,
si de alguna persona
me he aprovechado,
le restituiré cuatro veces más-.
-Dar cuatro veces más de los bienes,
es difícil para algunos,
más duro que perdonar
setenta veces siete-.
-¿Quién es este que se cree capaz
de perdonar a los pecadores?-
-¡Ha llegado Salvación a esta casa!
A esta familia,
A este Betah,
Creyó y fue salvo
con toda su familia.
¡Aquí el tiempo aceptable,
ahora el día de salvación!
Este también es hijo de Abraham- .
Rev. Obed Juan Vizcaíno Nájera
Maracaibo – Venezuela
(San Lucas 19: 1 al 10).