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27 de marzo de 2018

Liturgia - Viernes Santo

Autor/es: Amós López Rubio

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Sugerencia litúrgica para Viernes Santo 2018

(Amós López Rubio)

 

Organización del espacio

Bancos/sillas en forma de círculo, en el centro una cruz sobre el suelo conformada por telas negras; sobre la cruz siete velas (cinco en el trazo vertical de la cruz, tres en el trazo horizontal) que se irán encendiendo a medida que se desarrolla la liturgia. El espacio debe estar en penumbra, levemente iluminado.

Materiales

Siete velas, telas negras, letras de los cantos, instrumentos musicales, textos escritos para los grupos.

Desarrollo

Las personas entran al espacio litúrgico en silencio. A medida que entran, se les entrega una frase, escrita en una tira de papel. Más adelante, en otro momento de la liturgia, las personas conformarán grupos según la frase que les toque. Puede escucharse una música instrumental (o cantada) de fondo, adecuada a la temática (Ej: “Allí está Jesús”).

Oración de inicio

Señor Jesús, hoy te contemplamos en la cruz. En ella vemos nuestra rebeldía, nuestras inconsistencias, nuestras cobardías y nuestras contradicciones. Son las mismas que tuvieron quienes planearon y concretaron tu muerte.

Ayúdanos a no seguir causando muerte, a tener la apertura que Vos tuviste, a liberarnos de los prejuicios, a superar los estereotipos que hemos inventado y a animarnos a construir comunidad con aquellos y aquellas diferentes.

Necesitamos cambiar, ayúdanos a hacerlo, para que no hayas soportado la cruz en vano. Te lo pedimos en el nombre de quien soportó la cruz. Amén.

 

Maximiliano Heusser (Argentina)

 

Lectura en Marcos 15, 1-32

Himno: “En el monte Calvario” (1ra estrofa y estribillo)

Meditación en las palabras de Jesús en la cruz

(la meditación sobre cada frase se hará en pequeños grupos que se formarán a partir de las frases entregadas al inicio de la liturgia. Una vez en los grupos, las personas leerán el texto bíblico que sirve de base a la frase, leerán la breve reflexión que acompaña la frase y dialogarán a partir de las preguntas sugeridas en la reflexión. Después de unos minutos, cada grupo comparte con el resto algunas ideas que resulten de la reflexión y una breve oración de confesión/intercesión. Le sigue un canto comunitario y se enciende una vela).

 

Grupo No 1

Texto bíblico: Lucas 23, 32-34

Frase: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”

Reflexión

Semana Santa es un tiempo para el perdón, la reconciliación, para reconocer que la misericordia de Dios es más grande que la nuestra. No siempre somos conscientes de las consecuencias de nuestros actos. ¿Cómo saber el peso verdadero de nuestras acciones? ¿Cómo saber el daño que podemos causar? Necesitamos saber para poder pedir perdón y perdonar; necesitamos saber para reconciliarnos; necesitamos saber para hacer lo que es necesario hacer. Nos necesitamos mutuamente para poder saber, para poder actuar.

Canto: “Perdona a tu pueblo, Señor” (encendido de la primera vela)

 

Grupo No 2

Texto bíblico: Lucas 23, 39-43

Frase: “Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”

Reflexión

“Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”, “acuérdate de mí”. ¿De quiénes nos acordamos? ¿A quiénes olvidamos? Semana Santa es un tiempo para recordar a quienes sufren, a quienes son víctimas de la violencia, el olvido, el menosprecio; para recordar a quienes reconocen sus errores y aceptan las consecuencias; a quienes alguna vez nos mostraron ternura y compasión. Necesitamos recordar, “volver a pasar por el corazón”, y no olvidar. Necesitamos alimentar la memoria, recuperar la historia, los nombres, los rostros, los gestos, las palabras, y no olvidar.

Canto: “Cristo, recuérdame, cuando vengas en tu reino” (encendido de la segunda vela)

 

Grupo No 3

Lectura bíblica: Juan 19, 26-27

Frase: “Madre, ahí tienes a tu hijo; hijo, ahí tienes a tu madre”

Reflexión

Vivimos cotidianamente situaciones de desamparo, de indiferencia, de falta de cuidado y afecto; tenemos muchos problemas y nos cuesta preocuparnos por los problemas de los demás. Las transformaciones sociales, económicas y tecnológicas alientan el individualismo, la competencia y la insolidaridad. La familia está en crisis, no se trata solamente de crisis de modelos de familia sino del desamparo y el abandono, de actitudes egoístas, de falta de responsabilidad. Los gobiernos no pueden solucionarlo todo, los miembros de la familia deben ser corresponsables. ¿Qué situaciones de desamparo enfrentamos? ¿Cómo la iglesia puede ser una comunidad que ampara y cuida? Necesitamos cuidarnos y brindarnos protección.

Canto: “Amarte solo a ti, Señor” (encendido de la tercera vela)

 

Grupo No 4

Texto bíblico: Marcos 15, 33-34

Frase: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”

Reflexión

En medio del dolor, la pérdida, el sufrimiento, la catástrofe, el sinsentido, sentimos el abandono de Dios, el abandono de todos. La muerte en todas sus manifestaciones, esa dura experiencia de la “separación” de todo lo que amamos, de lo que nos hace bien, de lo que nos ayuda a vivir, llega con toda su crueldad. Necesitamos estar cerca en los momentos de la muerte, apoyarnos, fortalecernos pero también necesitamos respetar el dolor y la manera en que cada cual lo experimenta, los tiempos de la angustia y la desesperación. La muerte es parte de la vida. Y en esos momentos tendremos preguntas pero es necesario que cada cual encuentre su respuesta. ¿Cuáles son las preguntas que surgen en medio del dolor y el abandono? ¿Cómo acompañarnos en estas situaciones? Necesitamos respetar la vivencia del dolor y las preguntas que le acompañan.

Canto: “Todo acabó en una tumba” (estrofas 1-3) Encendido de la cuarta vela

 

Grupo No 5

Texto bíblico: Juan 19, 28-29

Frase: “Tengo sed”

Reflexión

“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados”. El agua es un recurso natural que también está escaseando. Hay regiones en el planeta donde las personas tienen que hacer un gran esfuerzo por conseguir un poco de agua y sobrevivir a la sequía, a la sequía natural y sobre todo a la sequía que experimenta el corazón humano cuando mal distribuimos los recursos con que contamos, cuando convertimos en mercancía lo que Dios nos da gratuitamente en su creación. Hay sed de agua y hay sed de justicia para que todos tengamos agua. ¿De qué tenemos sed en nuestros días? ¿Cómo calmar esa sed? Necesitamos calmar nuestra sed, compartir lo que tenemos, pensar la vida desde otro lugar.

Canto: “De noche iremos” (encendido de la quinta vela)

 

Grupo No 6

Texto bíblico: Juan 19, 30

Frase: “Todo está cumplido”

Reflexión

Qué alegría nos causa cumplir una tarea, terminar un ciclo, alcanzar una meta. Un propósito cumplido es motivo de satisfacción y gratitud. La vida tiene sentido cuando hay metas y propósitos. Quizás lo más importante no es cumplir con el plan sino el hecho mismo del esfuerzo, del camino a recorrer. La felicidad está más bien en la lucha y no en el objetivo final, la lucha nos mantiene vivos, cada día de lucha puede convertirse también en un logro, en una meta alcanzada. La esperanza cristiana se orienta hacia la realización plena del reino de Dios pero ese reino lo vivimos y lo anticipamos todos los días. ¿Cuáles son nuestras metas? ¿Cómo reconocemos la presencia de Dios en nuestro esfuerzo cotidiano por alcanzar esas metas? Necesitamos celebrar la presencia viva del reino de Dios en medio nuestro cada día, necesitamos celebrar los pequeños logros de cada día, las señales de la vida de Dios en todo lo que hacemos.

Canto: “Cristo por nosotros” (encendido de la sexta vela)

 

Grupo No 7

Texto bíblico: Lucas 23, 44-46

Frase: “En tus manos encomiendo mi espíritu”

Reflexión

Finalmente, la confianza. Colocarnos en las manos de Dios y colocarnos en las manos de otros y otras. Encomendar nuestro espíritu en las manos de Dios es descansar en el regazo de Dios sabiendo que nuestras fuerzas no son suficientes. Encomendar nuestro espíritu en las manos de la comunidad es transmitir un legado, permitir que nuestras palabras y acciones continúen viviendo en la comunidad. Dios y la comunidad acogen nuestra vida y así pasamos a formar parte de una sola historia, de una sola memoria. ¿Qué obstaculiza nuestra confianza? ¿Cómo vivimos nuestra confianza en Dios y en la comunidad? Necesitamos confiar para que haya perdón, necesitamos confiar para no olvidar, necesitamos confiar para cuidarnos, para encontrar respuestas a nuestras preguntas, para calmar la sed y celebrar los pequeños logros de cada día.

Canto: “Cruz, árbol de vida” (encendido de la séptima vela)

 

Gesto de envío

Formamos un círculo alrededor de la cruz “encendida”, nos tomamos las manos y compartimos el poema “No tengo miedo a la muerte”.

 

“No tengo miedo a la muerte”

 

Ya no tengo miedo a la muerte,

conozco muy bien su pasillo oscuro y frío

que conduce a la vida.

 

Tengo miedo de esa vida que no surge de la muerte,

que acalambra las manos y entorpece nuestra marcha.

 

Tengo miedo de mi miedo,

y aun mas del miedo de los otros,

que no saben a donde van

y se siguen aferrando a algo que creen que es la vida

y nosotros sabemos que es la muerte!

 

Vivo cada día para matar la muerte

muero cada día para parir la vida,

y en esta muerte de la muerte,

muero mil veces y resucito otras tantas,

desde el amor que alimenta

de mi Pueblo la esperanza!

 

(Julia Esquivel, Guatemala)

 

Salida en silencio

_________________________________

Observaciones

Esto es solo una propuesta de celebración que puede ser adaptada según las necesidades y posibilidades de cada comunidad. Puede que los cantos no sean conocidos por todos, queda abierta la posibilidad de utilizar otros. Las tiras de papel con las frases de Jesús pueden también colocarse junto a las velas en la medida que estas se van encendiendo. Si no se utiliza la conformación de grupos, la liturgia puede mantener su estructura. En ese caso, la persona que esté guiando la reflexión en cada frase puede invitar a un momento de meditación en silencio una vez leída la reflexión y después se continúa con el canto y el encendido de la vela.

 

ANEXO

Letras de los cantos

 

Allí está Jesús

Allí está Jesús, allí está Jesús hablando;

en el monte, en la campiña, cerca del mar, junto al templo.

Si hablando no le creyeron, sus hechos lo lograrían.

 

/ Jesucristo, con tus hechos diste vida a tus palabras /

 

Allí va Jesús, allí va Jesús andando;

junto a él por el camino hombres, mujeres y niños.

Si viviendo le negaron, lo aceptarían muriendo.

 

/ Jesucristo, con tu muerte diste al mundo nueva vida /

 

(Letra: Alberto BetherGiacumbo, Argentina. Música: Pablo Sosa, Argentina)

 

 

En el monte calvario

 

En el monte calvario se vio una cruz,

emblema de afrenta y dolor.

Y yo quiero esa cruz do murió mi Jesús

por salvar al más vil pecador.

 

Oh! Yo siempre amaré esa cruz.

En sus triunfos mi gloria será.

Y algún día, en vez de una cruz,

mi corona Jesús me dará.

 

(Letra y música: George Bennard)

 

 

Perdona a tu pueblo, Señór

 

Perdona a tu pueblo, Señor,

y que juntos entendamos el error.

Perdona a tu pueblo, Señor,

a ti levantamos la voz.

 

Perdona a tu pueblo, Señor,

y que a todos nos inunde tu amor.

Perdona a tu pueblo, Señor,

y que juntos vivamos tu perdón.

 

(Letra y música: Amós López, Cuba)

 

 

Cristo, recuérdame

 

/ Cristo, recuérdame cuando vengas en tu reino /

 

(Letras: Lucas 23, 42. Música: Jacques Berthier y la Comunidad de Taizé)

 

 

Amarte solo a ti, Señor

 

// Amarte sólo a ti, Señor //

y no mirar atrás.

 

Seguir tu caminar, Señor,

seguir sin desmayar, Señor,

seguir hasta el final, Señor,

y no mirar atrás.

 

Seguirte sólo a ti, Señor,

siempre llevar su cruz, Señor,

seguirte sólo a ti, Señor,

y hacer tu voluntad.

 

Al niño proteger, Señor,

al débil sostener, Señor,

al pobre defender, Señor.

y hacer tu voluntad.

 

// Tu gloria contemplar, Señor,

tu gracia predicar, Señor,

tu reino proclamar, Señor,

y hacer tu voluntad //

 

(Letra y música: anónimos, Costa Rica)

 

 

Todo acabó en una tumba

 

Todo acabó en una tumba,

todo acabó en una cruz;

todos los sueños forjados

en años de lucha, de asombro y dolor.

Nadie responde a esta angustia.

¿Ha enmudecido hasta Dios?

Se ha puesto el sol  en el mundo, Señor,

y murió la esperanza.

 

¿Por qué me has abandonado?

Dijo, muriendo, Jesús;

y así clamamos nosotros,

cercados de sombras, en la soledad.

Se hace pesada la vida

cuando no vemos su fin;

y hoy se ha tragado la tierra la luz

que alumbraba el camino.

 

Todo acabó en una tumba;

nadie pregunte por qué.

Mudos la tierra y el cielo

contemplan la muerte de un soplo de fe.

Nadie nos busque consuelo,

nadie nos dé explicación;

en esa tumba la vida acabó,

solo reina la muerte.

 

Crece el clamor de la gente

viendo morir a Jesús,

pero a la noche de sombras

sucede una aurora radiante de luz.

Porque él murió por nosotros,

y por su resurrección

en nuestros propios calvarios, Señor,

brilla hoy la esperanza.

 

(Letra: Federico J. Pagura, Argentina. Música: Homero Perera, Uruguay)

 

 

De noche iremos

 

De noche iremos, de noche, que para encontrar la fuente

sólo la sed nos alumbra, sólo la sed nos alumbra.

 

(Comunidad de Taizé)

 

 

Cristo por nosotros

 

Cristo por nosotros, Cristo por nosotros.

Cristo se humilló y se hizo obediente,

incluso a la muerte y muerte de cruz.

Y Dios le exaltó y le dio un gran nombre

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