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JESÚS
TE INVITAMOS A NUESTRA MESA
Estamos reunidas en Tu nombre
como hace dos mil años lo hacemos
suplicando Tu presencia en medio nuestro
como hace dos mil años Tú lo haces.
Aquí están Marta y María preparando
la mesa y la lectura cotidiana
más allá las dos Thamar recordando
injusticias y dolor y desengaño.
Y aquí sentada a mi lado agradecida
la mujer que sanaste sin saberlo
porque con mucha fe tocó tu manto
y tu poder salió de ti, ilimitado.
Todas las Marías han encendido
velas, incienso y sahumerios
y otras mujeres desde lejos
han traído exquisiteces para que pruebes
pues te conocimos, con muchos compartiendo
dolores y alegrías, panes y pescados.
De todos los rincones de
están llegando las hermanas
algunas con sus niños en sus brazos
sabiendo que no serán discriminabas.
Yo he preparado mate para todos
aunque el vino está presente ya en la mesa:
es que hay mujeres de otros lares
que no toman alcohol, tú ya lo sabes
no queremos que se sientan marginadas:
tu Cena nos junta, no separa.
Más allá están reunidas las patricias
de todos los países subyugados
y aquí, cerquita de mi silla
No faltan Doña Juana y Doña Pepa
pues saben que Tú siempre las invitas.
Ven aprisa Señor, ya está dispuesta
la mesa más completa y más bonita:
mujeres de todos los colores,
te reciben como tú las recibiste
en algún momento de la historia,
sin preguntas de estado ni origen.
A todas especialmente elegiste
poniendo tus manos en su frente.
A todas nos diste algún mandato,
a todas nos dignificaste.
Somos todas mujeres que queremos
servirte para un mundo diferente
cumplir con el sueño que nos mueve
a trabajar contigo y nuestros dones:
que
un espacio y promesa para todos:
igualdad de derechos, libertad
para elevarnos y se escuche nuestra voz.
Borrar siglos de violencia y un sinfín
de injustas leyes y distancias
que separan a varones de mujeres,
que separan a Dios de su creación
Salwa Azzam