Red de liturgia

Apuntes sobre los fundamentos bíblicos, teológicos y pastorales del culto cristiano.


1. El culto cristiano celebra las maravillas de Dios

1.1 Texto bíblico: Salmo 136

1.2 Comentario

Los primeros nueve versículos del salmo nos hablan del Dios creador que se revela en toda su creación (versos 1-9). Inmediatamente, el salmo comienza a hablarnos del Dios liberador, aquel que también se revela en la salvación histórica (versos 10-22). Por ultimo, el salmo exalta al Dios sustentador y consolador, aquel que además se revela en las necesidades comunitarias y personales (versos 23-26). No se trata de tres dioses distintos, ni tampoco de un solo dios que actúa en alguna de estas dimensiones de la realidad. El Dios de la Biblia esta presente en todas las esferas de la vida y de esa experiencia brota la celebración de nuestra fe.


2. El culto cristiano es memoria histórica desde la fe

2.1 Texto bíblico: Deuteronomio 26, 1-11

2.2 Comentario

El culto es respuesta del ser humano en gratitud a las acciones de Dios. Este culto se realiza desde una integridad religiosa y cultural. El culto nos introduce en una memoria histórica colectiva que alcanza la experiencia personal, dándonos sentido de pertenencia, identificación y compromiso. Primero hay que conocer al Dios que adoramos para saber cómo orientar nuestra adoración.


3. El culto cristiano es un llamado a la integridad y a una ética de vida

3.1 Texto bíblico: Jeremías 7, 1-11

3.2 Comentario

Los profetas y profetisas de Israel reclaman la justicia del culto, la relación entre el culto y la vida. La coherencia entre la fe y las obras. El culto cuestiona nuestra vida y busca edificarla, orientarla de acuerdo a los valores del reino de Dios: paz, justicia, misericordia, humildad, solidaridad, reconciliación. En el culto, son mas importantes los contenidos que las formas (ver también Miqueas 6, 6-8 Isaías 58, 1-12 Salmo 15).







4. El culto cristiano es un espacio de libre expresión

4.1 Texto biblico: Juan 4, 19-24

4.2 Comentario

Jesús enfoca la validez del culto desde las actitudes, al ánimo, la disposición espiritual. No es cuestión de lugar, de cumplir con determinadas tradiciones y ritos establecidos. Adorar en “espíritu y en verdad” es un reclamo de libertad, de apertura a lo nuevo y de participación conciente en la adoración. Es importante valorar la subjetividad humana: sentimientos, sensibilidades, historia personal, experiencias de fe, necesidades, motivaciones, deseos, miedos y esperanzas.


5. El culto promueve la renovación de la vida

5.1 Texto bíblico: Romanos 12. 1-2

5.2 Comentario

Aquí ya aparece el carácter cristocéntrico del culto cristiano, no solo porque adoramos a Dios por medio de Cristo, sino por las implicaciones del señorío de Cristo en nuestra vida: entrega, inconformidad, renovación del entendimiento y la conducta, comprensión progresiva de la voluntad de Dios. Pablo también valoriza la corporalidad como lugar de la revelación y la santificación divina. Aquí se complementa la subjetividad (celebración del misterio) con la objetividad corporal (por medio de signos sensibles). Ver también 1 Juan 1, 1-4.


6. El culto cristiano es ansia de belleza y canto de esperanza

6.1 Texto bíblico: Apocalipsis 4 y 5

6.2 Comentario

Son las imágenes de la adoración universal a Dios. En medio del espacio de adoración esta Cristo resucitado, primicia de una nueva creación y le proclama como Señor y Salvador. El texto describe la riqueza de la creación como un gran drama que no deja escapar ningún detalle: la disposición del espacio, los participantes, los cantos, las aclamaciones, los símbolos, diferentes momentos con ritmos propios, gestos y colores. De acuerdo al mensaje del Apocalipsis, la liturgia del pueblo cristiano es entendida entonces como un espacio de resistencia, de afirmación de la vida y la esperanza en medio de peligros, crisis y tentaciones que cuestionan nuestra fidelidad a Cristo y a su evangelio.