Autor/es: Dieter Kunz
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Domingo de ayuno en Valentín Alsina
5º domingo de cuaresma: hicimos un día de Ayuno solidario en Valentín
Alsina
Se nos ocurrió probar y convencernos de que no sólo sabemos reunirnos
para festejar comiendo. Así nació la idea de un día de ayuno. Y el
dinero que pagaríamos por la comida, lo destinamos a responder al
pedido de la iglesia luterana de Colombia que a través de la IERP
había solicitado ayuda para socorrer a los damnificados por el
terremoto en Armenia. Una de las participantes relata la experiencia
compartida:
DIA DE MEDITACION Y AYUNO
21 de marzo - Comienzo de otoño, un día espléndido, soleado y de
temperatura agradable. Al principio hubo un poco de expectativa e
inquietud ante esta experiencia que para la mayoría fue la primera
vez, pero estábamos entusiasmados y con buen ánimo.
Con la participación de casi 30 personas, de las parroquias de
Valentín Alsina y Temperley, comenzamos a las 9.30 con el culto con
Santa Cena.
Finalizado éste dedicamos un tiempo a saludarnos y presentarnos: cada
uno eligió a una persona a la cual entrevistó con el fin de
conocernos un poco mejor. A la vez aprovechamos este espacio para
beber algo (té, mate, jugo,caldo). Cantamos y luego hicimos las
presentaciones entre todos, no sin una buena cuota de humor.
Luego pasamos a leer el capítulo bíblico propuesto para ese día:
Ezequiel 37 (la visión del campo de huesos secos). Gustavo hizo una
breve introducción y cada uno pasó a tener a solas su momento de
meditación y reflexión. Sin presiones, sin apuros, ingeriendo bebidas
cuando se sentía necesidad, transcurrió el tiempo en un clima de -
casi diría - perfecta armonía. Se sentía que en el ambiente reinaba
mucha paz. Cuando se consideró que estábamos ya listos (u esto
también a voluntad), cada uno contó sus reflexiones con respecto al
texto. Demás está decir que fue muy interesante, ya que fuimos
aprendiendo unos de otros. Nuevamente cantamos y luego pasamos a
expresarnos con las manos y la inspiración a través del dibujo, la
pintura con acuarela, el collage o el modelaje con arcilla. Cada uno
hizo lo suyo con muy buena predisposición.
Luego, entre todos, tratamos de interpretar los trabajos.
Antes de finalizar con la oración vespertina hicimos una evaluación
en la que se expresó que el bienestar que sentimos fue mutuo en todo
el grupo. No teníamos mayormente sensación de hambre y teníamos apuro
por irnos: estaba previsto finalizar alrededor de las 16, pero se
hicieron las 18.30. Al finalizar la oración vespertina nos dimos la
bendición entre todos, lo que fue muy emotivo.
Nos despedimos queriendo que esta vivencia se repita pronto. Fue un
día de fiesta para el espíritu, fuimos reconfortados y agradecidos al
Señor por habernos permitido ofrecerle este día, y Él con su gracia
nos llenó con su Espíritu Santo.