Red de liturgia

Adorado Señor, ¡es tan bueno sentir que estoy haciendo progresos! Te agradezco desde lo más profundo de mi ser porque siento que estoy volviendo a ser el mismo de antes.
Cuando recuerdo lo mal que estaban las cosas y cómo me sentía, no puedo más que agradecerte, Señor, por todo lo que hicieron por mí y todas las cosas que tuvieron que pasar para llegar hasta este estado de convalecencia. Sé que tu mano veló por mí y me sostuvo en todo momento.

Adorado Señor, ahora puedo decir que quiero seguir caminando contigo. Te ruego que me des la motivación, la fuerza y los medios para hacerlo. Sólo con tu apoyo y la guía del Espíritu Santo sabré como responder a tu llamado.

Adorado Señor, quiero dedicar nuevamente todo mi ser a tu servicio. Te suplico me concedas la fuerza para obedecer a tus palabras y la visión para reconocer las oportunidades de servirte que se presenten. Abre mi corazón, mis oídos y mis ojos, para pueda compartir nuevamente las oraciones y las alabanzas con tu pueblo fiel.

Adorado Señor, has sido muy bueno conmigo. Siento tu bendición sobre mí y sobre las medicinas y los tratamientos de esta tierra. Quisiera poder yo también llevar bendición y bienestar a quienes los necesitan.

En el nombre de Jesús, te lo agradezco y me pongo nuevamente en tus manos. Amén.

Tomado del libro
Oraciones para la sanidad