Red de liturgia

Dios nuestro, nos has encargado cuidar y labrar tu viña.

Hemos actuado como si fuera nuestra y no tuya, no queriendo rendirte cuentas.

Dios nuestro, nos has tenido paciencia y nos has enviado mensajes a través de quienes te sirven.

No los hemos querido escuchar. Nos hemos enojado y les hemos maltratado.

Dios nuestro, no te cansas de nosotros y nos envías otras personas con tu mensaje.

Seguimos sin querer recibirles ni escucharles, les hemos golpeado y alguno ha muerto en nuestras manos.

Dios nuestro, Dios de amor, nos envías a tu Hijo para que entendamos de una vez tu voluntad.

Seguimos encerrados en nuestra propia maldad, somos responsables de la muerte de Jesús.

Dios nuestro, cambia nuestros corazones, cambia nuestra mente, cambia nuestra vida.

Perdónanos, Señor, te lo pedimos en el nombre de Jesús, Amén.

Maximiliano A. Heusser

Córdoba, Argentina.