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24 de abril de 2009

Celebración ecuménica de la pascua

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C= Celebrante
T= Todos
L= Lector
(A la entrada se distribuyen programas y velas)

*Entrada (Procesión)
El celebrante, pastores, sacerdotes y laicos designados, entran en
procesión, llevando la cruz, la Palabra y un cirio, que colocan directamente
en el altar.

*Doxología

T: Bendito seas Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha
bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en
Cristo.

C: Santa y bendita Trinidad, único Dios, ¡gloria a Ti!
Padre del Universo, nos hiciste conocer tu Palabra, enseñándonos tu amor y
donándote a vos mismo para siempre.

T: Amén. Te adoramos Señor.

C: Santa y bendita Trinidad, único Dios, ¡gloria a Ti!
Hijo eterno del Padre, en tu amor por nosotros quisiste compartir nuestra
vida y vivir nuestra muerte.

T: Amén. Te adoramos Señor.

C: Santa y bendita Trinidad, único Dios, ¡gloria a Ti!
Espíritu Santo que preparaste y llevaste a cabo nuestro destino divino de
puro amor.

T: Amén. Te adoramos Señor.

C: Porque a Vos te alaban todos los poderes celestiales, te glorificamos
Padre, Hijo y Espíritu Santo, en todo tiempo y lugar, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos.

T: Amén.


*Oración

C: Señor Dios, Estamos reunidos aquí, nosotros que pertenecemos a distintas
iglesias, para escucharte, suplicarte y alabarte juntos. Te pedimos que
fortalezcas nuestro deseo de unidad para que el mundo crea.

T: Amén.

*Canto de alabanza

C: ¡Todo lo que respira que alabe al Señor!

T: Alabad al Señor del cielo, alabadle, en las alturas, a Ti pertenece la
alabanza oh Dios!
Alabadle todos sus ángeles, alabadle todos sus ejércitos, ¡a Ti pertenece la
alabanza oh Dios!

C: ¡Esta gloria es para todos sus santos!
Alabadle en su santuario, alabadle en la extensión de su fortaleza.
Alabadle por sus proezas, alabadle conforme a la magnitud de sus grandezas!

T: ¡Oh Cristo, alabamos Tu Pasión salvadora y glorificamos Tu resurrección!

C: ¡Alabadle al son de la Trompeta, alabadle con salterio y cítara!
Tu que soportaste la Cruz; y aniquilaste la muerte; resucitaste de entre los
muertos, salva nuestras vidas, oh Señor, porque eres el único Omnipotente.

T: Alabadle con tímpanos y flauta; alabadle con instrumentos de cuerda y con
órgano!

C: Oh, Cristo, Tu que venciste al infierno y levantaste al hombre con Tu
resurrección, concédenos de alabarte con corazones puros y de glorificarte.

T: Alabadle con címbalos sonoros, alabadle con címbalos de júbilo

C: ¡Todo lo que respira que alabe al Señor!
(laico) Oh Cristo, Te alabamos glorificando Tu condescendencia, que
pertenece a Dios. Tu que naciste de la Virgen sin separarte del seno del
Padre, padeciste como hombre, y soportaste la Cruz voluntariamente, y
resucitaste del sepulcro como salido de bodas, para salvar al mundo; Señor
gloria a Ti!

T: Dios se levante, sean dispersados sus enemigos, y huyan de su presencia
los que le aborrecen.

C: Nuestra Pascua, Cristo el vencedor nos ha concedido hoy una augusta
Pascua sin mancilla. Pascua para los fieles. Pascua que nos abrió las
puertas del Paraíso, Pascua que santifica a todos los fieles.
Cuando las mujeres portadoras del bálsamo fueron al alba al Sepulcro
vivificador, encontraron un ángel sentado sobre la piedra que les dijo así:
¿Porqué buscáis al vivo entre los muertos? ¿Porqué lloráis al Incorruptible
en medio de la corrupción? Id y anunciadle a su discípulos!

T: ¡Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos!

C: La Pascua alegre, la Pascua del Señor! Ha brillado para nosotros una
Pascua toda venerable; Pascua en que nos perdonamos unos a otros con
alegría. Pascua exenta de tristeza, y esto porque Cristo salió del sepulcro
como se sale de bodas y llenó de alegría a las mujeres diciéndoles: ¡Id
anunciadle a los apóstoles!

T: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén.


*Liturgia Penitencial

(laico): (luego de una breve introducción) Señor Dios, tú nos has elegido
para ser santos e inmaculados en tu presencia..

(laico)°: Sin embargo, vivimos de un modo que, en verdad, no es el de tus
discípulos. Buscamos nuestros intereses. Escuchamos más otras voces que tu
Palabra.

T: Perdónanos Señor y concédenos una auténtica purificación de la memoria.

(laico): Señor, único Dios y tres veces santo, Tú nos has elegido de
antemano para ser hijos adoptivos por medio de Jesucristo quien nos unió
como parte de su Cuerpo.

(laico): Sin embargo nos es difícil vivir como hermanas y hermanos.
Encerramos y estrechamos nuestra fe o nos desinteresamos por los que no
pertenecen a nuestro grupo o Iglesia. Tanto esto es así, que a 2000 años de
Tu nacimiento Señor Jesús, no somos capaces de celebrar juntos ni tu cena ni
tu resurrección.

T: Perdónanos Señor, y concédenos la unidad.

(laico): Señor, nos has dado la riqueza de tu gracia y nos diste a conocer
el Misterio de tu voluntad: hacer que todas las cosas tengan a Cristo por
Cabeza.

(laico): Sin embargo, hemos perdido de vista la finalidad y la riqueza de tu
gracia y hemos olvidado la inmensidad de tu reconciliación. Al olvidar que
nuestra vida es una misión de amor en la que vos sos la esperanza del mundo
nos convertimos en cómplices indiferentes de las divisiones y de los odios
que denigran a nuestra sociedad, separando pueblos y culturas.

T: Perdónanos Señor, y concédenos un corazón esperanzado y agradecido.

(laico): Señor, nos diste tu Palabra de verdad y el don del Espíritu Santo.

(laico): Sin embargo rechazamos al Espíritu cerrándonos con nuestra
autosuficiencia y nuestra pereza, dejándole un ínfimo lugar en nuestros
corazones. Por tal motivo, nuestro corazón está seco y nuestra acción
amorosa en el mundo es a menudo ínfima. De hecho a menudo los cristianos
vivimos como autistas frente a las dificultades de todo tipo que padecen los
hermanos de nuestro país, teniendo poca presencia en la vida nacional.

T: Perdónanos Señor, y haznos dóciles servidores tuyos.

(laico): Señor; Tu nos llamaste a ser luz del mundo y sal de la tierra.

(laico): Sin embargo, a causa de nuestra infidelidad a tu llamado, vivimos
un mundo oscurecido y a menudo amargo. Quizás te anunciemos de palabra, pero
no iluminamos ni somos una respuesta al mundo frente a sus desafíos porque
hemos escondido nuestra lámpara debajo de la mesa y nuestra sal ya no sala.

T: Perdónanos Señor; y danos un corazón ardiente que sea un verdadero
testimonio de Tu Amor.

(Se puede continuar pidiendo perdón a lo que todos responderemos "perdónanos
Señor")

*Lavatorio de los pies
( Acompañamiento con una lectura de Jn. 13; 3-5 y 14-15. Música)

*Liturgia de la Palabra

*Lectura de la Carta a los Efesios (Ef. 1,3-14).
*Lectura del Evangelio según San Juan: (Jn. 1,1-18)

*Homilía


*Intercesiones

(laico): Pidamos por todos nosotros aquí reunidos.
Breve pausa de silencio.
(laico): Señor Dios, envíanos tu Espíritu y ayúdanos a cumplir tu voluntad
para que realmente veamos y nos dispongamos a asumir que somos: tus
discípulos. Que abramos nuestro corazón a la escucha de tu Palabra para que
nuestra vida sea peregrinación hacia la Casa del Padre unidos en Cristo,
verdadero Camino, Verdad y Vida para dar testimonio de tu Gloria y que el
mundo crea.

T: Señor, ten piedad.

(laico): Roguemos por las Iglesias
Breve pausa de silencio
(Laico) Señor Dios, te pedimos que realices en nosotros la unidad y que
abramos nuestro corazón a todos. Te pedimos que rompas nuestro corazón de
piedra endurecido por nuestro narcisismo y lo conviertas en un corazón de
carne, un corazón ardiente que esté urgido por realizar la unidad, a fin de
que el mundo crea y así darte gloria.

T: Señor, ten piedad.

(laico): Roguemos por el mundo.
Breve pausa de silencio
(laico) Señor Dios Te pedimos que conduzcas misericordiosamente los destinos
de los pueblos y que tu misericordiosa Providencia junto a tu Santo Espíritu
sostenga material y espiritualmente a todos los necesitados a la vez que
ablande y haga crecer en generosidad y entrega a los satisfechos.

T: Señor, ten piedad.

(laico) Pidamos por los pastores y sacerdotes de todas las Iglesias.
Breve pausa de silencio
(laico) Señor Dios, Te pedimos por todos nuestros sacerdotes y pastores y
por los de todo el mundo. Te pedimos también por los que mayor
responsabilidad tienen en el pastoreo de tu rebaño para que los bendigas con
especiales gracias y les des la fuerza y la determinación de vivir y cumplir
con su misión hasta el final recordando que sólo después de haber consentido
en morir por Cristo (como la parábola de la semilla), habrá frutos
abundantes tal como lo prometiera el Señor Jesús.

T: Señor, ten piedad.

(laico) Pidamos por todas las familias.
Breve pausa de silencio
(laico): Señor, que nos hiciste comunitarios a tu imagen y semejanza
diciendo: "no es bueno que el hombre esté solo", te pedimos que envíes a tu
Santo Espíritu sobre todas las familias para que sean un reflejo de tu amor
Trino. Te pedimos especialmente por todas las familias donde las heridas del
amor han lastimado y lastiman a sus miembros así como por todas las personas
que viven en aislamiento, para que alivies su dolor y las dispongas a vivir
en actitud comunitaria.

T: Señor, ten piedad.

(laico) Pidamos por todos los enfermos, los sin techo, las víctimas de las
guerras y por los desamparados de siempre.
Breve pausa de silencio
(laico) Señor, te pedimos por todos los necesitados que sufren la
desaprensión e indiferencia del mundo y la nuestra propia. Te pedimos por
ellos y por nosotros. Porque si no modificamos nuestra vida acaso, muchos de
ellos morirán y junto a ellos también moriremos también nosotros como
ocurrió con el pobre Lázaro y el hombre rico. Por eso te pedimos pan para
los que tenemos hambre y hambre y sed de justicia para los que tenemos pan.

T: Señor, ten piedad.

*Padre Nuestro

*Signo de la Paz

*Video sobre el tema "Resurrección", con música de Mahler

*Propagación de la luz
C: Jesús nos dice: "Ustedes son la luz del mundo. Así debe brillar ante los
ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus
buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo". (Mt. 5, 14.16).
La luz que resplandece en Cristo que redimió y renovó a la creación entera y
la renovó y la renueva permanentemente, quiere envolvernos como llama
ardiente y, por medio nuestro, iluminar el mundo. Por eso, y para manifestar
que El nos ha bendecido y nos encomienda la misión de llevar su luz al
mundo, encendamos ahora la velas y llevémoslas luego con nosotros, a nuestra
vida de cada día.

*Bendición
Señor Dios, tú nos has dado la luz de la vida y de tu amor: ilumínanos en
nuestro camino, haznos arder con valentía y esperanza, inspira nuestros
pensamientos y acciones.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del
Espíritu Santo estén con todos vosotros.

T: Amén.
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