Autor/es: Juan Carlos Vázquez Castro
Visto: 3002 veces
Bendito, alabado, celebrado, exaltado, adorado, venerado, glorificado, sea del nombre del Santo de los santos.
Bendito sea el nombre del que está por encima de toda bendición, de todos los cánticos, de todas las alabanzas que puedan ser expresadas en todos los mundos, en todos los tiempos.
Aún cuando nuestra boca estuviera inundada por el canto como el mar,
nuestra lengua henchida por los himnos como la multitud de las olas,
nuestros labios llenos de alabanza como la inmensidad del firmamento.
Aún cuando nuestros ojos brillaran como el sol y como la luna, y nuestras manos estuvieran extendidas como las águilas en los cielos.
Aún cuando fuesen nuestros pies ligeros como los ciervos, no daríamos a basto, Dios Eterno, a darte gracias nu a bendecir tu nombre por uno solo de los millones de beneficios que nos concedes.
Amén
Esta bendición pertenece a la Liturgia Judía
© Red de Liturgia y Educación Cristiana CLAI-CELADEC