Señor, que el mundo no se te haya escapado de las manos!
Que la falta de fe no nos haga sentir que nos has abandonado. Amén.
(Gracias, Elvira, dondequiera estés, por haber sido un instrumento en las manos de Dios)
Una amiga muy querida me regaló una planta, pequeña, joven, de hojas muy bellas. Me gustan las plantas y verlas crecer y florecer me hace sentir que soy cómplice
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