Pude sentir tus manos sobre mis ojos, tus palmas tibias
acariciándolos,
tus manos recias, ásperas y suaves tocando mi cara.
Me llamabas por mi nombre, suavemente...
casi un susurro, casi una oración, casi un lamento.
Abrí mis ojos, vi tu sonrisa, brillaba...
tu mirada acariciaba la mía,
no recuerdo el color de tus ojos
recuerdo su ternura, su
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