Vivir con Dios es:
Vivir con fe, amor y esperanza.
Tener la seguridad plena de que ALGUIEN
nos acompaña, nos escucha, nos ama
nos comprende, nos perdona, nos restaura.
Poseer la convicción de que nunca
nos quedaremos realmente solos/as.
Soñar con un mundo mejor,
sabiendo que en algún momento y de alguna forma
se cumplirá nuestro sueño.