¡Oh qué de cosas, Dios mío,
el libro del campo abierto
muestra con tanto concierto
en la orilla de este río
para contemplar en Vos
pues que la flor más pequeña
me está diciendo y me enseña
que sois Dios!
Estos verdes altos muros,
formados de ramas tantas
los árboles, que las plantas
bañan en cristales puros
las aves de dos
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