Desde nuestro dolor clamamos a ti Señor
Tu que deseas la paz para todas tus criaturas, inclina tu oído a nuestra oración.
Desde el lugar de las mujeres violentadas por sus parejas, por sus jefes por las que han perdido su vida en el silencio del contagio del VIH/SIDA.
Desde el lugar de los niños y niñas abusados, discriminados y desarraigados por los conflictos armados.