Autor/es: Beatriz Carrillo
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"¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a rescatar a su pueblo!
Nos ha enviado un poderoso salvador, un descendiente de David, su siervo.
Esto es lo que habìa prometido en el pasado por medio de sus santos profetas: que nos salvaría de nuestros enemigos y de todos los que nos odian, que tendría compasión de nuestros antepasados y que no se olvidaría de su santa alianza.
Y este es el juramento que habìa dicho a nuestro padre Abraham: que nos permitirìa vivir sin temor alguno, libres de nuestros
enemigos, para servirle con santidad y justicia, y estar en su presencia toda
nuestra vida, porque nuestro Dios en su gran misericordia nos trae de lo alto el sol de un nuevo dìa, para dar luz a los que viven en la más profunda oscuridad, y dirigir nuestros pasos por el camino de paz."
(Lucas 1: 68-75, 78-79)
Adviento significa las cuatro semanas en el calendario litùrgico antes de la Natividad de Jesucristo.
Cada año esperamos con ansia la època de navidad, y cuando escuchamos ¡Adviento!, sabemos que ya esta muy cerca.
Pero, ¿qué es lo que realmente esperamos?
¿Nos hemos detenido a pensar que es lo que este tiempo debe significar?
No son fiestas llenas de comida y bebida, no son reuniones colmadas de regalos que solo llenan las arcas de los ricos.
Los reportes de los almacenes de juguetes en Estados Unidos declaran abiertamente, que el 40% de sus ingresos anuales, ocurre en èsta
època, pero que "tristemente", este año piensan que no se cubrirá, ya que las fiestas navideñas no serán lo mismo por la
tragedia ocurrida el 11 de Septiembre.
Lo realmente triste es que la gran mayoría de las personas no estàn pensando en que viene un Salvador. ¡!Viene un Salvador!!
Pasamos mucho tiempo pensando cómo vamos a resolver este o aquel problema por el cual estamos atravesando.
La respuesta la tenemos cada día, en cada época del año, empezando con el anuncio del Nacimiento de Jesús, que nos llena de
gozo y esperanza y que después que ha pasado, nos deja los bolsillos vacíos y un montón de "presentes" que en su mayoría no sirven para nada. No guardamos en nuestro corazón este tesoro, este gran regalo
que Dios nos hace a todos y cada uno de sus hijos e hijas en el mundo.
Y no solo no lo guardamos, lo olvidamos, y màs tarde, lo crucificamos.
Adviento: anuncio de esperanza, promesa de un Salvador que viene a rescatar a su pueblo, promesa de libertad, no más temor, no más odio, no más enemigos, anuncio de paz ¿Dónde está todo esto?
Unamos nuestras voces en un canto para que el mundo sepa que no estamos desprotegidos, que el Salvador nace una vez más para
darnos la oportunidad de recibirlo en nuestras vidas y hacer la diferencia.
Para entender que la paz viene por El cuando nace en lo profundo de nuestro ser.
Que el amor nace en nosotros solo cuando El nace en nuestro corazón.
Que amaremos al enemigo porque El nos muestra el perdón.
Que tenemos esperanza porque El es esperanza.
Unamos nuestras voces al canto de Zacarías y cantemos con gozo:
¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a
rescatar a su pueblo!
© Red de Liturgia y Educación Cristiana CLAI-CELADEC