Autor/es: Cristina Dinoto
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Cómo no imaginar tu rostro hermano migrante
Cuando miraste por última vez tu casa, la que ya no volverías a ver.
Y aquellos recuerdos tan queridos Que te acompañaban día a día
Conformando tu hogar y que hoy tienes que dejar.
Cómo no imaginar la “última cena” silenciosa y ansiosa
en la mesa diaria donde no volvería a reunirse la familia.
Cómo no imaginarme el temblor imperceptible
que delata el inmenso miedo a cruzar el mar y llegar a la otra orilla.
Cómo no imaginar esa noche saliendo ligero para llegar primero
Recorriendo pueblos y ciudades que conoces de sobra
y hoy abandonas a cada paso que das para adelante..
Cómo no imaginar la tristeza del desarraigo
acomodada junto a la esperanza del nuevo tiempo
en tu mochila y en tu corazón.
Cómo no imaginar la cara de los niños, dejando sus amigos,
de las mujeres también con miedos,
caminando tras tus pasos sin saber muy bien si van a llegar.
¡Y cómo no imaginar que Jesús va con ustedes!
Sosteniendo cada luz de esperanza, Preparándolos para el duro viaje.
Y cómo no imaginar la sensibilidad amorosa de aquellos (muchos) dispuestos a recibirlos del otro lado
Pero imagino también la indiferencia de otros ( muchos, muchísimos)
Que sólo piensan en ellos sin darse cuenta que recibiéndolos
están dando de ese amor de DIOS que derrama en nosotros cada día.
Ora Jesús al Padre: “Padre santo, cuídalos con el poder de tu
nombre” Juan 17
P. Cristina Dinoto
(Mendoza, Argentina)